08 febrero 2008

Nintendo DS y la guerra del Congo

¿Dónde demonios puedo comprarme una Nintendo DS, xD? Llevo más de un mes visitando el FNAC, el Vanden Borre, el Media Markt, Pixmania y otros centros del consumismo más canalla, y no hay modo. Yo voy y pregunto: ¿No tienen ustedes NDS? ¿y cuándo la tendrán? Dentro de 40 días, pásese sobre el 15 de febrero a ver qué pasa, temporalmente agotada, no sé… me responden. ¿Y por qué venden ustedes juegos para NDS si no tienen NDS? No sé. Nadie sabe nada. Y aquí ando, sin una jodía Nintendo que llevarme a casa. ¿Tendrá esto que ver también con el coltán, como pasó ya hace años con la Pleiesteishondós?

A lo largo y ancho del corazón de las tinieblas –no digo república democrática porque no me sale de los huevos- mueren 45.000 personas al mes. Cinco millones y medio de cadáveres en la última década. Según dicen, ningún otro conflicto tan dramático desde la II Guerra Mundial. ¿Y por qué? Pues por su riqueza en general, y, más recientemente, por el susodicho coltán muy en particular.

El coltán, menos conocido que otros generadores de sufrimiento como el oro o los diamantes, es un mineral compuesto de colombita y tantalita, que tras ser procesado, da lugar a niobio y a tántalo, metales esenciales para las nuevas tecnologías (móviles, ordenadores, naves espaciales...).

El Congo, 80 veces Bélgica, es una masacre inimaginable para cuaquiera de nosotros, para alguien que se levanta una mañana, se ducha, desayuna y va precisamente al FNAC a comprarse una nintendo y luego se tomas dos botellines y unos pinchos. Otros sí tienen más presente al Congo. Países vecinos como Ruanda y Uganda, atraídos por sus minerales, propician el caos y la violencia en el NE del país, territorio por el que también gobierno e insurrectos se despellejan vivos. Pero no se libra ni dios: Bélgica y Holanda, por ejemplo, están atentas, pues sacan beneficio en el transporte y procesamiento del coltán. Luego están los Estados Unidos y Alemania, los ricos compradores de los metales resultantes. Y como colofón, según se denunciaba ya en 2003, la ONU desperdiga sus cascos azules para garantizar que no se produzcan, de verse cortado el suministro de coltán, grandes alteraciones en las economías capitalistas. Además, dadas sus múltiples aplicaciones, ahí están a la espera Ericsson, Alcatel, IBM, Motorola, HP, Siemens y muchísimas otras firmas filantrópicas. Hace años, la gente, cada vez más nerviosa, se preguntaba por qué no había Playstation 2 en su tienda favorita, pero la explicación estaba muy lejos de allí: en el Congo, la guerra estaba impidiendo el trabajo en las minas y no llegaba el suministro de coltán. ¿No será también ésta la razón -me digo sin tener ni idea- de que no haya NDS en este estúpido febrero de 2008 en el que, para colmo, me han robado el GPS?

Afortunadamente, hace un par de semanas el gobierno de Kabila y las guerrillas insurrectas han firmado un acuerdo de paz supervisado por la ONU y lo mismo puedo pronto comprarme mi Nintendo. Pero aviso: la paciencia tiene un límite, y si a finales de mes no hay NDS me compro una PSP.

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