
Comienza el partido. Toda España expectante. Los ojos como platos siguiendo el concierto de Xavi y estremecimientos eléctricos recorriendo la pell de brau cada vez que ese puercoespín conocido como Messi cae al suelo, su territorio natural. Al servicio de la causa culé, una infraestructura impresionante.
RTVE hace gala de un escrupuloso despliegue de medios y personas: emocionados locutores e ilustres comentaristas invitados. En el palco de autoridades, el príncipe borbón, haciendo lo más parecido al trabajo que se le conoce, lanza exclamaciones y se levanta de su asiento, flanqueado por un circunspecto Ángel María Villar. Lejos de Londres, en Málaga, su padre, la ministra Chacón y el Jefe del Estado Mayor comentan emocionados el fantástico control de balón de los de Guardiola. En suma, los españoles. Una santabárbara de afecto y emociones que estalla en gritos de alegría cuando, por fin, gana "su equipo".



