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11 abril 2013

Elephants ( Blaudzun ), mejor canción de 2012

Llego con retraso, tampoco creo que esta empresa vaya a liberar al mundo de sus cadenas ni me parece que haya nadie esperando a que lo haga, sin embargo, quisiera dejar aquí cumplida cuenta de la que ha sido la mejor canción de 2012. Por si alguien no se ha enterado.

Si digo Elephants habrá incluso quien llegue a pensar en las víctimas de algún rey paquidermo y campechano. Si digo Blaudzun -el músico, que no el ciclista-, muchos no sabrán directamente de qué hablo. Tampoco lo sabía yo hasta hace un par de años. De hecho, más allá de sonarme el nombre, no conocí su música hasta el año pasado con Heavy flowers.

Blaudzun es el alias de Johannes Sigmond, músico, cantante y compositor holandés baqueteado en bandas antes de lanzar su propio proyecto personal. Una especie de Moltheni neerlandés, uno que va por libre esparciendo objetos de gran belleza, especialmente por su zona de influencia (Holanda, Bélgica, Alemania), aunque con excursiones cada más frecuentes hacia otros finisterres (UK, USA).

Letras elaboradas, preciosistas, minimalistas, esbozando los aspectos chirriantes de la vida. Lirismo folk, pop luminoso, épica indie con evocaciones puntuales a un Costello extinguido o a unos Arcade Fire exultantes. Diría que Heavy flowers, que ni siquiera aparece entre los 50 mejores álbumes de 2012 según Rockdelux, es el mejor disco del año pasado, pero podría equivocarme. En buena lógica, aserciones de este tipo hunden a uno nada más abrir la boca. Sin embargo, para no equivocarme, haré otra afirmacion en la misma dirección: Elephants, el segundo de los 12 temas perfectos que conforman Heavy flowers, fue la mejor canción de 2012. Como mínimo, de todo lo que yo oí. Aquí la dejo.


Elephants (Blaudzun, 2012)

She lives in mad houses / In warm museums too.
She reads time as are books in / Books are on jesus too.
She sings at big time rallies / Smart tunes go lalala... lalala...
The key to the city is / In the one she moves...

To me, to me.

She lives in shipwreck cars / In her houses too.
She talks to elephants / Trying to get them to.
Sing a long, sing-a-long my darlin' / The smart kids go lalala... lalala...
The secret in her eyes / Ooh when she looks...

To me, to me, to me, to me.

lalala... lalala... la
lalala... lalala... la
lalala... lalala...

She talks to elephants!
She talks to elephants!





10 febrero 2010

A peor (in honorem Vic Chesnutt)

Acabo de regresar. He vuelto. Más de 7 semanas de vacaciones navideñas en mi huida. Escondido en una fría madriguera castellana, a 20 pulsaciones del letargo y a 30 de la muerte, entre alcohol, videojuegos, música y ágapes, toqué con los dedos un suicidio simbólico. El mundo se me había subido a la espalda como una pesada losa cuando el 2009 ya hacía caja. Pero he sobrevivido. A medida que la distancia fue pintándome una realidad menos arisca, el deseo de volver fue haciéndose más persistente. Y aquí estoy. Puede que para regocijo de mis muchísimos lectores, aunque no para el mío, porque es obvio que todo fue puro espejismo, pésima previsión frente al oscuro panorama que ahora encuentro.

Antes de irme, el desplome económico todavía mostraba signos de esperanza en la aldea global -quién oía a los expertos que avisaban de que lo mejor estaba por venir-. Hoy, se abre a nuestro paso un abismo insondable y la caída en picado del Ibex 35 me mantiene en un estado prolongado de vigilia -nadie pregunte por qué-. Donde entonces teníamos a Solbes capitaneando la debacle financiera y a su presidente hecho un Dan Defensor, ciego pero contento, de las causas sociales, tenemos ahora a la pija Salgado y a ZP queriéndonos joder con recortes al derecho de jubilación, al tiempo que leemos que el presidente del BBVA ha recibido ¡¡¡80 millones!!! de euros de pensión tras haber cumplido ¡¡¡65 años!!! Vamos, que me fui viendo a los socialistas cagarse en el socialismo y, a día de hoy, me los encuentro haciendo sus necesidades sobre el obrero mismo.

Como en Eternal sunshine of the spotless mind, 7 semanas y dinero me costó borrar un arsenal de imágenes sangrantes. Sin embargo, si difícil había sido olvidar a ZP, por poner al azar un ejemplo del deporte, babeando ante Nadal tras la victoria en la Copa Davis a la vez que ninguneaba a los demás miembros del equipo -y a quienes consiguió cabrear-, más lo es ahora, en medio de esta crisis, ver a Florentino Pérez prometer un millón de euros a su equipo por ganar la Champions y la Liga o comprobar lo que ganan ciertos deportistas (Gasol se habrá embolsado, ingresos publicitarios aparte, ¡¡¡30.000 millones!!! de pesetas en 2.014 sólo por tratar de meter una pelota en un aro; y lo mismo puede decirse de Cristiano Ronaldo, quien, sólo por colocar de vez en cuando un balón un centímetro más allá de un travesaño, gana ¡¡¡1.500 €!!! la hora los 365 días de 24 horas del año).

Incluso el mundo virtual me impelía a poner tierra de por medio. Empezaba a estar hasta el nardo de tanto bloguero empajillao acribillándome sin protección con sus listas de lo mejor del año. Sin embargo, ahora, curiosamente, aparte de con la estúpida lista de Rockdelux, me topo con un progresivo despoblamiento de la blogosfera que corre paralelo a una palpable y constante migración a Facebook por parte de millones de personas dispuestas, no digo yo que todas, a soltar zafiedades, perogrulladas, incongruencias e intimidades sin ruborizarse lo más mínimo.

En cualquier caso, para ser sincero -yo también soy un pajillero exhibicionista-, lo que a mí me empujó en mi huida fue un profundo y reciente desamor, o, más exactamente, una ruptura. Lily Allen, más bonita que ninguna, me había abandonado cuando más la quería, en ese inerme momento en que el amor más que amor es narcolepsis. Yo no me enteraba de nada, pero en su horizonte sólo aparecía, clara, una máxima: o soy una star o no soy nada. Y, amarga casualidad, se había lanzado a una campaña feroz contra los piratas -yo incluido-, y a continuación, de cabreo, había decidido dejar la música. De modo que así y ahí me quedé yo, más solo que la una, a primeros de octubre. Hoy, cuando vuelvo, sin haberla olvidado, su imagen, gorda y desmejorada, luciendo una terrible celulitis, me resulta impactante. En fin... que no sé si alegrarme, la verdad.

Sin embargo, a toda esta verbena tragicómica pone la guinda, cuando me entero con mes y medio de retraso, la muerte de Vic Chesnutt. Tetrapléjico experimentado y entrañable batallador por la legalización de la maría, Chesnutt abandona este mundo como músico inmenso el día de Navidad dejándome con un nudo en la garganta. Se mueren, pues, las personas y se quedan los perros con sus huesos en este puto mundo en el que parecen justificarse, cada vez más, el individualismo, la sinrazón, el radicalismo y la apatía.

Hasta el año que viene... O hasta nunca.




01 septiembre 2009

Maiquel Yanso Foreva


Fatima, aquella señora de mediana inteligencia que me decía señorito y tan bien me cuidó el montón de años que viví en Marruecos, lo llamaba Maiquel Yanso (y que nadie se sorprenda, porque a Jesucristo lo llamaba Josecristo). Negra fantasiosa y estupenda cocinera, se las tuvo que ver muchísimas veces con Off the wall (1979), Thriller (1982) y hasta con el no suficientemente valorado Bad (1987), mientras yo andaba colocado tontamente toda la santa mañana a la espera de su kuskus, su pollo con limón o su tajine de chanquetes con tomate. Y sabía muy bien de qué hablaba y a quién se refería, doy aquí fe, aquella empedernida fumadora del peor tabaco negro. Que su dios la tenga en su gloria.

Me acuerdo especialmente de ella ahora, cuando tanto se habla, a todas horas, de Maiquel Yacson. Y es que yo no me entero de a quién carajo se refieren los millones de alienados ignorantes del planeta que lo mientan. No sé si se refieren a aquel negro que nos hacía sudar en los primerísimos 80 en la dancefloor de cualquier discoteca o a aquel otro infeliz desvencijado y a pedazos en su fuero interno que miraba la piel y la lenteja del Hollywood acabado y plano de su tiempo. ¿Estamos hablando del Camarón de Indiana, aquel mushasho que nos ponía a alucinar, Quincy Jones mediante, en coches inundados de humo de cannabis mientras mirábamos, bizcos, el ocaso desde Isla Calavera, o es ese cadáver hiperrefrigerado y recurrente de los telediarios que ha sobrevivido a este verano tórrido y al que no se termina de enterrar de una puta vez el que suscita tanto comentario? ¿De quién hablamos? ¿Se está pensando en aquel atleta del ritmo y la cadencia, excepcional cantante y alucinante bailarín, que murió a mediados de los 80 o en ese otro lamentable y mediático artista ACOP (adult & children oriented pop) devorado fatalmente por los calmantes, los apaños y los traumas y, a la postre, emparentado con los faraones?

En fin, me da igual. Cada cual a su pedo. De sobras sé yo quién es Maiquel Yanso.


18 junio 2009

Lily Allen's got me on The fear

Dos meses enganchado, sin descanso, y The Fear sigue poniéndome como el primer día. Lo pienso ahora, cuando sólo hace un momento que he intentando escuchar, infructuosamente, por enésima vez, a Manos de Topo.

Alguien me había dicho que mis asilvestrados pabellones auditivos no estaban hechos para la insufrible voz del sublime Antony. Y que me perdonen los Johnsons, pero llevaba razón, porque no puedo con él, se me atraganta el hombre. Sin embargo, esto de los Manos de Topo es otra cosa: esa voz es sencillamente r-e-p-u-g-n-a-n-t-e, lo más repelente que he oído en lustros.

Menos mal que ahí tengo a mi Lily, fuckin' fantastic, con ese vestidito, esos leotardos y esa mirada de destrucción masiva puesta en un mundo de plástico unidimensional, que se merece lo que ella quiera en este su humilde blog. ¡Qué grande! ¡Qué blandita! Y que no se gasta, oye. ¡Qué gustazo!


I want to be rich and I want lots of money
I don’t care about clever I don’t care about funny
I want loads of clothes and f***loads of diamonds
I heard people die while they are trying to find them

I’ll take my clothes off and it will be shameless
‘Cuz everyone knows that’s how you get famous
I’ll look at the sun and I’ll look in the mirror
I’m on the right track yeah I’m on to a winner

Chorus
I don’t know what’s right and what’s real anymore
I don’t know how I’m meant to feel anymore
When we think it will all become clear
‘Cuz I’m being taken over by The Fear

Life’s about film stars and less about mothers
It’s all about fast cars and passing each other
But it doesn’t matter cause I’m packing plastic
and that’s what makes my life so f***ing fantastic

And I am a weapon of massive consumption
and its not my fault it’s how I’m program to function
I’ll look at the sun and I’ll look in the mirror
I’m on the right track yeah I’m on to a winner

Chorus
I don’t know what’s right and what’s real anymore
I don’t know how I’m meant to feel anymore
When we think it will all become clear
‘Cuz I’m being taken over by The Fear

Bridge
Forget about guns and forget ammunition
Cause I’m killing them all on my own little mission
Now I’m not a saint but I’m not a sinner
Now everything is cool as long as I’m getting thinner

Chorus
I don’t know what’s right and what’s real anymore
I don’t know how I’m meant to feel anymore
When we think it will all become clear
‘Cause I’m being taken over by fear


31 marzo 2009

La destilería de Amy


No se sabe si esta chica al final se morirá -yo prefiero que no; antes Zapatero, Sarkozy, el papa o la zorraputa de mi vecina-, y si la prensa, en tal caso, hará de ella un nuevo icono pop -el último fue Kurt Cobain, me parece-. Sea como fuere, esta persona, que se lo bebe todo, parece que no está en mucha disposición de dar de beber. Gracias a que aquí luce como se la ve para una campaña contra el cáncer de mama, tomamos conciencia de su frágil desnudez.
¡Suerte! Da toda la impresión de que
va a necesitarla.

03 marzo 2009

Bon Iver reflota el Deezer player con ayuda de Los Sencillos


El mundo, visto en una perspectiva P2P, se encuentra en estos momentos en un impasse complicado. El derecho al conocimiento libre está en la mirilla de un montón de pistoleros enemigos. Las últimas propuestas de Sarkozy y de su señora han prendido en el ánimo de otros pusilánimes o interesados gobernantes, y gigantes de la industria del ocio, sociedades de autores, proveedores de internet, juristas, políticos, asociaciones de internautas... andan en pie de guerra o expectantes por saber cómo acaba todo esto.
Pero no es de la cultura como derecho inalienable de lo que voy a hablar. Tiempo habrá. El caso es que Deezer, el poderoso servicio gratuito de streaming con sede en la Isla de Francia, no se ha escapado de la lucha feroz que hoy se libra en todo el mundo, y se ha visto obligado a modificar drásticamente sus servicios. Entre las muchas medidas que, para miseria del usuario, ha adoptado, están la imposibilidad de subir mp3 a su sitio y la supresión del código integrado que permitía importar su bonito reproductor (player) de mp3, quedando la especie bloguero común sin la posibilidad de poner banda sonora a sus boutades. Queda, sí, el reproductor de playlists personales, pero si lo usas para un solo tema musical resulta un antiestético mazacote.
No obstante, vayamos ya al asunto, acabo de descubrir un modo de obtener el player, así que, antes de que mis numerosísimos lectores me machaquen a preguntas cuando vean que yo SÍ tengo el deezerplayer en el blog, me dispongo a explicar cómo podemos obtenerlo. Tómese como la pequeña aportación que es a la defensa de la cultura libre.
Procedemos de la siguiente manera: copias el código html de un reproductor que tengas en un viejo post y lo pegas en la ventana html del post en curso. Por ejemplo, éste de un tema de Los Sencillos:A continuación, buscas el permalink que, de momento, sigue apareciendo bajo el player de cualquier canción que reproduzcas en Deezer. Elegimos al azar éste de una canción de Bon Iver:
http://www.deezer.com/track/1100886
Copia ahora el número y lo pegas en el código de arriba sustituyendo los dos números en rojo. Y si quieres eliminar el link publicitario que hay debajo del player, sólo tienes que borrar, siempre en la ventana de html, las líneas correspondientes (en verde). Et voilà.
[si cuando lees esto, nada funciona, es que hay mucho cabrito suelto]