21 enero 2009

WTFU Obama (mal empezamos)

Obama patriota en su discurso sobre norteamericanos cuando, en realidad, sólo se refiere a estadounidenses, mientras el mundo se tira - o debería- de los pelos. EE.UU. es el primer exportador mundial de violencia.

Obama, semidiós metafísico, cruzando el rubicón de la capilla en su día más grande. Obama jurando sobre la biblia, hostia, no sé qué como hicieron todos los otros padres fundadores. ¿Puede alguien ser presidente USA de no ser primero un puto cristiano presidente creacionista?
Obama en chándal, generoso oráculo, prometiendo darle al terrorista matarile y puerta a esa Persia que insiste en entrar en el club de los poetas nucleares. Obama que se arremanga y pinta una residencia juvenil, pero, cuidado con Obama papá dispuesto a todo. EE.UU. beneficia a Israel con 15 millones de dolares diarios. Por cierto, ¿sabe alguien la relación que hay entre gas y Gaza?

Obama gracias, Obama dios, Obama os bendiga, y que dios bendiga a América y a Israel amenazadas y luego al resto.
Obama limpio, Hussein de nuestra parte, Barack artificial en su espectáculo.
Estoy hasta el nardo de tanto Obama y de tanta esperanza. Tras el bombardeo mediático de meses y el lamentable show de ayer, y haciendo caso omiso de la preocupante e inexplicable catarsis colectiva, acaso convenga recordar lo que es evidente: aún no has dado, jodío, un palo al agua. Así que métete en tu despacho a hacer los deberes de una vez. Tienes un par de semanas para demostrar que no eres otro maldito gilipollas mentiroso. ¿Para qué más tiempo? Yo seré el primero en confiar en ti si das al fin motivo para ello.

08 enero 2009

Intifada Kanouté

No es que comparta afectos con Kanouté ni, mucho menos, religión alguna. De hecho, que ande el hombre difundiendo sus creencias a golpe de talonario desde un punto equidistante de la calle Torneo y los Reales Alcázares de la Sevilla de mis años mozos me toca no poco los cojones. Y digo más: espero que esos escudos humanos contruidos a base de huesos pequeñitos y ojos inocentes que despliegan esos tarados palestinos medievales no sea lo que él está defendiendo. Pero dicho esto, reconozco que ese fantástico futbolista negro que hace grande a la escuadra, blanca y pequeña, de Nervión desde hace ya unas cuantas temporadas, me ha emocionado sinceramente al lanzarse sin miedo y libremente a proclamar su apoyo incondicional al machacado pueblo palestino, lo que no es sino decir que el gobierno de Israel -la más firme promesa desde hace más de 50 años para explicar por qué el mundo, tal como lo conocemos, se irá antes o después a tomar por culo- es una escoria por donde quiera que lo mires.

Va por ti, Canuté, uno de los mejores temas del pop español de todos los tiempos: Himno aéreo de Aviador Dro (hay que subir el volumen)



Himno aéreo...
La presión en la cabina, hielo en las alas, la tierra y el firmamento se transforman en los sueños...
Himno aéreo...
Las ciudades son sólo puntos luminosos en la noche, las guerras son sólo destellos luminosos en la noche...
Vemos Beirut y vemos Madrid, vemos Madrid y vemos Managua, vemos Tokio y vemos París, vemos Bombay y vemos Londres, vemos Bagdad y vemos Johanesburg, vemos Nueva York y vemos Managua, vemos Varsovia y vemos Madrid, vemos Beirut y vemos Moscú.
Demasiado alto para ver los muertos...
Arriba la perspectiva cambia y todo es armonía, los hombres se transforman en impulsos de energía...
Himno aéreo...
Vemos Beirut y vemos Madrid, y vemos Managua y vemos Managua. Vemos Londres y vemos Nueva York, y vemos Tokio y vemos París.
Demasiado alto para ver los muertos...

05 enero 2009

Dejando el camino por tomar la vereda (Wordpress vs. Blogger)


Puedes vivir en la dualidad durante un tiempo. En cualquier orden de la vida. En solitario, buscas en la fisura la salida, te escondes, te emborrachas mientras escuchas la misma canción por enésima vez y reescribes escuetos epitafios cada noche hasta caer dormido. Un día, de forma inesperada, todo ello se hace trascendente, inexcusable, insoportable, y es que has pasado, sin notarlo, de la dualidad a la dicotomía. ¿Que no se me entiende? Pondré un ejemplo: la dualidad es tu culo de macho penetrado; ambos conceptos, aparentemente contradictorios, son posibles, compatibles, amigables, coetáneos, pero la dicotomía es otra cosa, exige una elección.
Los mundos dicotómicos han sido, creía, mi territorio. Incertidumbres existenciales o domésticas, zonas nebulosas, dualidades para los otros, no eran para mí sino certezas. En el elenco de principes notables (los principes Felipe, el principe gitano, el principe de Maquiavelo, el de las mareas, el de las orejas…) ahí estaba yo, el principe de las dicotomías (resueltas). Se dice, aunque no lo recuerdo, que una vez oí al vuelo que le decían a Compay que no dejara el camino por tomar la vereda y que no pude por menos que sonreír, del tiempo que hacía que yo había hecho mía esa aserción. Mi vida ha sido, pues, lo que cabe esperarse tras lo dicho: antes los Beatles que los Stones, los Blur que los Oasis, el pescado que la carne, el verano que el invierno, la nada que dios o la corrupta Rusia que Georgia corrompida y flagelada. Sin embargo, ahora no sé en dónde queda todo eso. De momento, me mudo de casa. Quien me quiera encontrar que me busque en http://fulastrong.blogspot.com/.
Sherpa impecable, como digo, cuando llegó la hora de elegir un blog, tomé, sin dudarlo, la ruta hasta Wordpress en lugar de esa comida para desdentados que, pensaba, era Blogger. Pero parece que no elegí demasiado bien. A pesar de la superioridad técnica de Wordpress (variedad de plantillas, snapshots, más completa barra de herramientas, alojamiento interno -de pago- de audio y vídeo, control estadístico invisible, etc. etc.), hechos elementales como incluir música y vídeo en el blog se han convertido en una verdadera obsesión. Frente a las posibilidades que brinda Blogger para hacerlo (simplicidad, versatilidad, vistosidad), en Wordpress sólo puedes subir audio de forma aceptable pagando anualmente, o bien buscándote la vida por la red para encontrar códigos integrados (embed) con extensión mp3 -no abundan- que luego has de incrustar en un shortcode. Así las cosas, sitios como Deezer, Goear, Wixi, Imeem, Musicwebtown, Sawgi y tantos otros, al no suministar códigos de ese tipo, no funcionan. Y, además, en uno u otro caso (pagando o rastreando en la red), lo que obtienes es un espartano y gris reproductor. En fin, que llevo meses viviendo una existencia dual malgastando el tiempo en lecturas y experimentos inútiles a fin de superar esa contrariedad, pero no ha habido modo. Fiel a Wordpress, pero no hasta la muerte, esta misma tarde he decidido soltar la pasta, y cuál no ha sido mi sorpresa cuando he visto que, para cambiar el aspecto de los posts (fuentes, colores, dimensiones, etc.), también hay que pagar una suma anual y que, pasado ese periodo, de no pagar de nuevo, se pierden todos los cambios que se hayan podido hacer.
Y muchas más cosas se podrían decir, pero ya estoy cansado. Se acabó. No sigo. Paso. Hay que luchar por la gratuidad hasta el final en este puto mundo digital con los días contados. Ésta sí es una razón. ¡Qué menos! Perderé los comentarios de la gente, no sé si conseguiré integrar decentemente cosas como Del.icio.us o editar páginas estáticas, echaré de menos muchas cosas -ya lo estoy haciendo-, me quedaré sin mis pocos lectores..., incluso ni tan siquiera sé si no volveré con el rabo entre las piernas, pero me da igual. Me mudo de casa. Quiero poder volver a ser yo mismo. Quien me quiera encontrar que me busque. En http://fulastrong.blogspot.com/.

04 enero 2009

Shunga (la cosa está)

Manu Gómez, polivalente artista de 52 años nacido en Mont-sur-Marchienne (Bélgica) y director y guionista relativamente conocido de cortos (L'encadre, Le petit rouge, Ira-diation, In vino veritas...) y películas (el drama fantástico Peccato y el thriller Le prince de ce monde), es otra víctima más de la ola de desalentadora censura, puritanismo irracional y miedo creciente que invade lo que se suponían las trincheras de la libertad, cuando menos cultural, y no ya de Europa, sino del orbe todo. Anteayer fue una película en Holanda, ayer unas viñetas en Dinamarca y hoy su cortometraje Shunga, pictures of spring.


Shunga, término japonés -literalmente escena de primavera- que hace referencia a un género de grabados de contenido erótico documentado ya en el siglo XVI y precursor del manga en general y del hentai en particular, es un cortometraje de animación de 6 minutos grabado en 35 mm. en el que Manu Gómez crea una secuencia dinámica de "shungas" de los ss. XVII al XIX rediseñados por él mismo. Y no hay más. O no debería haberlo más allá de su área de influencia: el arte. Sin embargo, la comisión que se ocupa de otorgar ayudas económicas dependiente de la Comunidad Francesa de Bélgica, noble garante de filtros morales y religiosos, ha decidido que se trata de un obra pornográfica y le ha negado la subvención necesaria para su distribución, con lo que conlleva para Gómez, también productor de la película, y para la inteligencia, que se lleva otra colleja. El hecho resulta especialmente lamentable por cuanto que el trabajo ya ha recibido, por otra vía, alguna subvención y ha sido incluido en la programación de reconocidos festivales como el Annency de 2008 o el Clermont-Ferrand Short Film Festival de este año.
El arte shunga deparaba al artista japonés medieval un beneficio que no obtenía tan fácilmente cuando posaba su mirada en objetos diferentes de los eróticos. Los samuráis lo consumían y nadie andaba jodiendo la marrana, sin embargo hoy, con el arte sometido a las reglas del mercado, a los tejemanejes de taimados políticos fungibles y a la torpeza de grises secretarios, Manu Gómez no ha tenido tanta suerte. De hecho, YouTube, en donde estaba alojado el vídeo cuando inicié este post hace un rato, lo ha removido por violar los términos y condiciones de uso. Pero bueno, se puede ver, joderos, en el blog de Albert Montagne, quien, sabiamente, ha sabido adelantarse a la jugada.
Y si YouTube, que tras firmar un acuerdo con la CBS anda ahora en negociaciones con la MGM, sume a uno en una angustia no del todo inesperada (de mis veinte vídeos de Joni Mitchell guardados hace un año ya sólo pueden verse dos), qué decir del veto de Facebook a los pezones hinchados (y a cualquier teta expuesta en general) que madres lactantes tenían a bien enviar en formato jpg a esta red social y ante cuyas quejas los responsables despliegan una sordera militante.
¡Grandes cosas veredes, Joselito! ¡Y bien gordas!
Hentai. Vacas porno