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16 abril 2012

GRINDR. ¿Qué tal, homosexual?

 - ¿Qué tal, homosexual? 
- Pues, hombre, no me va mal.
La leche ha vuelto a subir,
me han robado el instrumental
y están en huelga los obreros del metal.
Siniestro Total (1985) 
 
¿Te beneficia de algún modo saber si el pintor se tira a su señora o si se lo hace con putas cuando le pides un presupuesto que prevés inasumible? ¿En qué medida te afecta que le gusten a tu dentista las tías, los tíos, los trans o, incluso, los perros? ¿A quién puede importar que Grande-Marlaska, Amenábar, Nacho Duato, Juan Goytisolo, Gus Van Sant, John Waters o Rufus Wainwright sean homosexuales más allá de que sean ciudadanos socialmente aceptables?

A Grindr sí le importa. Concretamente, le interesa saber si te gustan los hombres. En eso, comparte inquietudes con intolerantes, conservadores, religiosos dogmáticos o, simplemente, gente estúpida, aunque, eso sí, tenga intereses bien opuestos. Creada por Joel Simkhai, un americano de 35 años de Los Angeles, Grindr es una aplicación buscagays para teléfonos móviles con GPS lanzada para iPhones en 2009 de muy sencillo uso. La descargas, la instalas, cuelgas una foto, te pones un nick, introduces una breve descripción y unos pocos datos, y voilà. En un área de 4 kms. puedes localizar iguales sexuales y ser localizado por ellos. Cuando pulsas finalmente la tecla de acceso, la pantalla te muestra decenas de fotos de gays, normalmente de cuidado aspecto, la distancia a la que se encuentran y la opción de chatear con alguno de ellos.

Arquitectos, políticos, escritores, mecánicos, escayolistas... pero también mariconas pedorras y, ¡¡sorpreeesssa!!, el hortera gumarro de tu vecino del ático, ese que baja la basura goteando. Todo da la impresión de ser un negocio de comida para llevar que, en opinión de algunos, fomenta la imagen del homosexual lujurioso, babeante y en celo permanente, de la que se defiende Simkhai alegando que también sirve para encontrar amigos. Sea como fuere, Grindr es una especie de agencia de contactos con horario continuado que ha cambiado la existencia de los gays, una revolución sin precedente, sobre todo para los más compulsivos y para los más reprimidos, y una obsesión para tantos que pasan día y noche pegados a la pantalla de su celular. A los pocos meses de salir, en 2009, ya tenía 100.000 usuarios; al año eran 750.000; al siguiente 2 millones y hoy son tres millones y medio repartidos por 192 países. Así que, a tenor de semejantes cifras, si eres gay y no usas esta aplicación, no eres nadie.

Grindr, en suma, lo mismo sirve para charlar y morbosear que para echar un polvo o, incluso, encontrar al hombre de tu vida. Sin embargo, a mí, que no soy homosexual pero tampoco pongo el menor reparo a ninguna de las posibilidades que brinda, hay algo que me resulta chirriante, y acaso inaceptable, en todo ello. Personalmente, me da igual que se use Grindr para ligar o alcanzar el nirvana, pero presentarse a uno mismo ante los demás como homosexual, apuntalar las murallas de ese histórico gueto que en un mundo racional jamás habría existido, me parece aberrante. A quién le importa que seas homosexual. A mí, por ejemplo, me la suda.



21 mayo 2011

Spanish Revolution. Introducción e instrucciones de uso

Presa de un inquietante desconcierto, la sociedad española anda buscando desesperadamente las coordenadas exactas de lo que, por el momento, ha venido en llamarse spanish revolution. Gestado durante meses en la red y alumbrado el pasado día 15, un nuevo mayo glorioso ha tomado la calle con una trascendencia inesperada y las protestas, a un día de las elecciones municipales, se extienden como la pólvora por el país e, incluso, más allá de sus fronteras. Fruto de un insatisfacción largamente rumiada que, hasta hace una semana, ni al poder ni a la prensa parecía interesarles en exceso, la revuelta se ha convertido en tema inevitable en diarios, tertulias "profesionales", redes sociales o la calle, sin que las explicaciones, por superficiales, sesgadas o interesadas, resulten suficientes por ahora. A un millar de cuestiones sobre sus raíces, gestación, desarrollo, objetivo y futuro sucede un millón de respuestas, simples o complejas, que, en cualquier caso, ponen siempre de manifiesto una realidad social nada trivial.

Hay que remontarse, entre otras, a iniciativas ciudadanas como Juventud sin Futuro o No les votes -que instaba a castigar a los partidos que habían apoyado la Ley Sinde- y llegar a ¡Democracia real ya!, para penetrar en las razones de cómo y por qué miles de personas, homogeneizadas, en su extrema diversidad, en un clamor unánime que apunta a los "políticos" como causa directa de su malestar, se han lanzado a la calle en más de 60 ciudades. Suena el eco de Conoce a tu enemigo de Green Day en medio de tanta confusión: la que brota de la amalgama de hechos y sujetos implicados y la que buscan quienes pretenden boicotear o apropiarse de la nueva coyuntura. No somos marionetas en manos de políticos y banqueros se leía en una pancarta el 15M, aunque mejor sería dirigir el punto de mira a jueces y periodistas, más cercanos que la abstracción simbólica de la desigualdad que representan los banqueros.

Políticos principalmente, sí, pero también jueces y periodistas pueden considerarse, en mayor o menor medida, responsables de la degradación social que impulsa la ola de protestas. Políticos corrompidos, doblegados por los mercados, dispuestos a privatizar los bienes del estado al tiempo que manejan partidas de dinero público; políticos, aspirantes a élites y propensos a flirtear con los poderes fácticos, puestos ahí con el dinero de banqueros que pagan las campañas de esas empresas ineficientes, burocráticas y corruptas en que se han convertido sus partidos. Jueces politizados que impulsan una justicia que secunda y favorece la indiferencia ante la corrupción, la prescripción de los delitos, la desigualdad en los delincuentes y el valor del dinero como herramienta del derecho. Y periodistas convertidos, en su mejor versión, en meros informadores que transitan una senda, marcada por las líneas editoriales, que los invita a no internarse en la oscuridad del bosque traicionando, así, su principal cometido: buscar la verdad y contarla. Se sabe, por ejemplo, aunque hoy la tendencia haya cambiado bastante, que las primeras manifestaciones del día 15, a las que sólo acudieron 2 ó 3 de los grandes medios, tuvieron una muy escasa cobertura. [Obsérvese el cambio de tendencia a lo largo de la semana]

Son ellos, políticos, jueces y periodistas -por fortuna, no todos- quienes, en lugar de contribuir a crear una sociedad éticamente asumible, la narcotizan con sus malas artes, haciéndola insensible a incontables ruedas de molinos que, a lo que parece, deben resultar normales, por inevitables, por mucho que por las calles se escuchen preguntan como las siguientes:

- ¿Por qué María Dolores de Cospedal ganó 240.000€ en 2009 y mi padre no llegó a 8.000? ¿Por qué a un diputado se le retiene sólo el 4,5% de su nómina aunque se llame Cospedal? ¿Por qué la jubilación de un diputado alcanza los 74.000€ y es compatible con otros ingresos y la de cualquier ciudadano tiene un tope de 32.000 y no lo es? ¿Por qué un diputado, por inútil y corrupto que pueda llegar a ser, cobra una jubilación completa con sólo 7 años de función en el cargo y los demás necesitan 35? ¿Por qué tantísimas prebendas?

- ¿Por qué Rajoy, posible presidente de España, se ríe de los españoles cuando un día destaca el limpio historial de Bauzá y al siguiente apoya a Camps, acusado de corrupción y pendiente de juicio?

- ¿Por qué Alfredo Sáenz, del Banco de Santander, ganó en 2010 casi 10 millones de euros y el pobre de César Alierta, de Telefónica, sólo 8.600.000?

- ¿Por qué El País nos muesta a Juan Cruz y Gay Talese zampánsose un desayuno de 40€ y El Mundo nos enseña una casa de 5 millones -como la de Cristiano Ronaldo-, si cualquier rebelde sin casa desayuna por 2€ en el bar de la esquina?

- ¿Por qué antes para oír un disco lo compraba y lo grababa tantas veces como quería y ahora tengo que comprarlo, pagar Internet cada mes y no puedo darle el uso que me parece?

En suma, ¿por qué músicos, actores, deportistas, banqueros, famosos, nobles y políticos, entre otros elegidos, pertenecen a una casta especial cuyo trabajo se valora más que el de un agricultor, un marinero o un bombero?

Este muestrario mínimo de tropelías históricamente admitidas muestra cuál es el combustible que ha puesto en marcha la maquinaria del 15M. Despilfarros, corrupción, arbitrariedades, desigualdades, fastos insultantes, huecas celebraciones y palabras destinadas a adormecer los datos en medio de una crisis galopante. Así las cosas, la gente, atrapada entre el socialismo esperpéntico de Zapatero y un futuro que se llama Mariano, sin trabajo y sin saber a quién votar, ha decidido mandar muchas cosas a tomar por culo, empezando por la corrección política, y lanzarse a la calle sin miedo. Nada nuevo, por otra parte, que no haya estado en el origen de cualquier revuelta acaecida desde que nació la propiedad privada (con el paso de las sociedades recolectoras-cazadoras a las agrícolas-pastoriles) hará unos 10.000 años. En principio, no es más que un levantamiento social con todos los ingredientes consustanciales al drama humano de las sociedades jerárquicas. En síntesis, mantener o perder privilegios o, dicho de otro modo, apuntalar o destruir las fronteras entre pobres y ricos. Palabras mayores.

Hay, sin embargo, en estos movimientos un rasgo diferencial, una marca lo suficientemente distintiva como para pensar que podemos estar ante la última gran revolución social: Internet, la herramienta más revolucionaria que se pueda imaginar. Ahí está la clave. Internet es lo que distingue estas protestas del experimento fallido del 68 y lo que, a través de las redes sociales, las ha posibilitado. No en vano, todo empezó cuando la gente, reacia a echarse a la calle por otra cosa que no fuera el fútbol, se manifestó contra la Ley Sinde, que pretendía a su manera poner las zarpas del capitalismo feroz en un mundo en donde no gustan los territorios vírgenes. Y es este factor crucial el que me parece un tanto olvidado, o subsumido, en las asépticas y bienintencionadas reivindicaciones generales del movimiento 15M: preservar el conocimiento libre, la privacidad y la neutralidad en la red que amenazan el ACTA y propuestas como la Ley Sinde debería ser una consigna prioritaria. Si no se logra, se habrá perdido todo.

Hay, además, otros aspectos inquietantes a considerar en torno al mayo español. A la dificultad intrínseca de encontrar soluciones a la compleja maquinaria averiada en que se ha convertido la sociedad, se añaden otros peligros. Desde fuera, se intenta deslegitimar el movimiento, ridiculizándolo, minusvalorándolo, tratando de absorberlo o, sencillamente, reprimiéndolo, aunque ello no haga otra cosa que mostrar la importancia de los acontecimientos. Es asimismo obvio que, desde dentro, el peso de algunos líderes podría desvirtuar las inquietudes colectivas. A veces, se ven alegrías desmesuradas y gente hiperestimulada que parece andar jugando a la revolución. Otras, se oyen análisis muy alejados de la realidad e, incluso, manifestaciones de vergüenza ajena. Boutades o intrascendencias dichas por algún pope pueden tener más eco que aportaciones serias hechas por desconocidos. De hecho, la propia arquitectura de las redes sociales ya comporta peligros. El esquematismo de los mensajes puede muy fácilmente favorecer la demagogia.

No parece, en resumidas cuentas, que estemos ante una empresa fácil, a la que, por lo demás, no acertamos a vislumbrarle tan siquiera un futuro inmediato. Por desgracia, todos compartimos idéntico genoma y la historia nos demuestra lo que se puede esperar de nosotros, independientemente de dónde hayamos construido las trincheras. Sin embargo, sea como fuere, la spanish revolution ya está en marcha y podría ser nuestra última gran oportunidad. De modo que, aunque aún no sepamos adónde puede conducirnos, abre un evidente resquicio para la esperanza que será mejor no desperdiciar. A fin de cuentas, tenemos derecho a soñar y, afortunadamente por ahora, soñar sigue siendo gratis.

27 enero 2011

Taxi driver

Es muy de mañana y avanzo penosamente rompiendo la sucia niebla de la A-2 con una señora gorda que habla sin parar en el asiento trasero. Yo no la escucho. Ando medio catatónico desde que fui el domingo con mi familia al cine. Total: más de 60 euros. Un exceso suicida para quien jamás llegaría a final de mes de no ser por las ofertas de productos mierdosos de los supermercados.
Espoleado por el recuerdo de los libros de texto aún sin pagar desde septiembre, aprieto el volante mientras me lanzo en un viaje interior tratando de convencerme de que lo mejor es que mis hijos no estudien. De qué me ha servido a mí ser uno de los pocos taxistas de Madrid en conocer a Popper, Wittgenstein o Bertalanffy. A fin de cuentas, me voy diciendo mientras la señora sigue hablando, la vida es lo mismo de siempre: una cruzada imposible de agradecidos frente a miserables. Los 250.000€ anuales de Teddy Bautista. Los doblesueldos de Aznar y del compañero Isidoro. Mi cuñado en el paro. La cara de jesuita de Montilla y la gorda de atrás en bañador. Las imágenes se agolpan en mi cabeza mientras los primeros rayos de sol me van deslumbrando por momentos.
Ya cerca del aeropuerto, cuando los tertulianos de la SER comentan el matrimonio de conveniencia al que ha llegado el gobierno con los fachas por el control de las descargas en la red, noto retortijones en la tripa. El calor excesivo de la calefacción y una subrepticia pero perceptible ventosidad de la señora, que sigue a lo suyo, me hacen bajar la ventanilla para tomar aire y creo ver gente peleando fuera y banderas al viento. Brazos, cabezas, palos y barras de hierro emergen y desaparecen deprisa entre la niebla. Podría subir la hora de taxi a 50€ o meter un suplemento de 100 cada vez que fuera al aeropuerto. Mi mujer iría por Madrid con un Smart y mis hijos tendrían juegos originales en la Wii. Y se acabó ese colegio de castrados intelectuales al que van. Andaríamos de restaurantes todo el rato y hasta podríamos construirnos un chalé por la carretera de Burgos. Hacerme con toda la música que grabó Miles Davis para Columbia no sería un imposible, y me metería buena coca y alcohol mientras la escucho. Probablemente, ahorraríamos incluso un buen dinero que podríamos colocar en algún paraíso fiscal.
Al llegar a Barajas, la niebla ya se ha disipado y la señora se ha callado por fin. Cuando se va, observo su culo de morsa recortado contra el cielo azul de un día espléndido que va sustituyendo poco a poco la guerra de guerrillas que se libra en mi cabeza. No creo yo que los taxistas vayamos a hacer nada por cambiar las cosas. Tendríamos que organizarnos, y no creo. Seguiremos, pues, como hasta ahora: otro colectivo miserable más roto en sus unidades. Como tantos.
Mientras vuelvo a Madrid, empiezo otra vez a ver la niebla y voy diciéndole a la ministra que es una perfecta hijadeputa y que seguiré descargando mientras pueda.

02 junio 2010

Alegría en Sherwood: millones de ahorro gracias a la piratería

Igual que en Alhaurín el Grande vemos descerebrados de fiesta donde sólo hay hijos de la gran puta cometiendo atrocidades que lo parecen menos por tradicionales, o igual que montamos el mundo en torno a la existencia de dios sin que nadie lo haya visto jamás, aceptamos como hecho natural que, pongamos por caso, un mecánico, a cambio de vivir con las manos sucias en un bucle existencial que sólo se rompe los fines de semana, emplee una buena parte de su sueldo en consumir música, mientras los músicos, especialmente los cantantes, aparecen en nuestra categorización del mundo, y así ha de ser, como figuras especiales que se recortan sobre un fondo de dinero, sexo, drogas, coches y mansiones. Para más inri, el mecánico pagará, probablemente, por ir al Rock in Rio o por el último disco de Bunbury, Shakira, Miley Cirus o Alejandro Sanz en la creencia de que se trata de música y no de la bazofia que realmente es. La culpa de todo ello la tienen las tradiciones, o más exactamente, su mansa aceptación desde la cuna.

Ayer, sin embargo, nos levantamos con una buena noticia: los desarrapados sociales con "inquietudes culturales" se han podido ahorrar ¡5.121 millones de euros! en el consumo de música, cine, videojuegos y libros, sólo en el último semestre, gracias al efecto benefactor que tienen las descargas de internet. Nuestros insignes políticos, siempre atentos a la dignificación de los ciudadanos de más bajo perfil de la aldea neoliberal, debieron de sentirse por ello muy contentos. Sin embargo, otros, como Antonio Guisasola, no se alegraron tanto. Ajeno a la inversión que hace la gente en banda ancha, ordenadores, consolas, televisores LED, ipods, ipads, discos duros, cedés y un millón de cosas más, el presidente de Promusicae acusa al gobierno de blando y lamenta que entre los cantantes que más venden –no habla de los que mejor lo hacen- no haya este año ningún artista nacional y que el año pasado sólo estuviera Pitingo -¡mejor para la inteligencia y el flamenco, sr. mío!-. Tampoco Aldo Olcese, presidente de la Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos, parece feliz con que la descarga de libros digitales, hasta ahora casi inexistente, amenace con dispararse.

¡Incomprensible! En un momento en el que algunas redes P2P y webs de descarga individuales, en lugar de ser perseguidas, deberían ser premiadas por el Ministerio de Cultura por su papel divulgador, no se puede entender tanto cinismo ni tanto interés en seguir desplumando a la gente en beneficio de unos pocos. Parece que los viejos árboles de la tradición no dejan ver a algunos que el bosque es nuevo y que ya no volverán los viejos bosques. De momento, no obstante, el pirata de la espesura continua reinando en Sherwood.

13 abril 2010

Operación Cura Pedófilo

Cuando das el último trago al café, ya has descodificado la misma información más de 40 veces. Como todas las mañanas, diáconos, deanes, capellanes, obispos, cardenales, y hasta papas, clérigos todos, curas silentes y afanosos sin más encomienda que la entrega, aparecen una vez más en el punto de mira de abyectos periodistas lanzados con malas artes a una campaña febril de desprestigio.

La prensa no parece ocuparse de otra cosa, pero bien le valdría no olvidar una dualidad casi axiomática: los curas son portadores de una tarea sagrada, sí, pero también son hombres; y los niños, quién se atreve a negarlo, no son otra cosa que un regalo de dios. Es por ahí, por esa grieta, por donde los curas, representantes de un dios acaso no tan deseado como deseante, se despeñan cada poco cayendo en el más perdonable de los pecados capitales después de la gula y la pereza. La lujuria. Por fortuna, los niños no cuentan con armas para defenderse y los tocamientos, restregamientos, intimidaciones, felaciones, masturbaciones, penetraciones y otros comportamientos privados a los que se han visto históricamente sometidos se han ido quedando siempre en el lugar que por naturaleza les correspondía, esto es, en la esfera de la privacidad. A veces, sin embargo, esto no ocurre, y las noticias de abusos sexuales a menores alcanzan el ámbito de la prensa, la policía o los jueces. Así se explica la saturación de informaciones pedófilas que tan incómoda empieza a resultarnos estos días cada vez que abrimos un periódico o encendemos la tele. Una situación, antiestética por demás, que impide mirar para otro lado, como ha venido siendo habitual, y que tiene en la prensa, podrida de intolerancia y odio, a su principal valedora. Una situación, en esencia, en la que se tiende a ignorar que Dios es el único juez.

En este contexto, parece pertinente rescatar Operazione: petrofilia (Operation: pedopriest en inglés), el videojuego gratuito que creó en 2007 Mollenindustria, dígase Paolo Pedercini. En el juego, por el que Pedercini tiene aún una cuenta pendiente con la justicia, nuestra misión será adiestrarnos como silenciadores para que niños que han sufrido abusos, así como familiares y testigos no puedan ponerse en contacto con la policía. Y si fallamos en el intento, podremos usar el deus ex machina, un helicóptero, para abducir a los agentes. Se trata, en fin, de evitar el apresamiento de curas, manteniendo un código de silencio que afecte a las instituciones y la policía a la espera de que la prensa y la opinión pública vuelvan a mirar hacia otro lado.
Molleindustria, que cuenta con otros juegos igualmente didácticos, pretende con Operation: pedopriest que tomes conciencia de la insostenible situación en la que vive actualmente el clero. Y todo ello, sin que te cueste un euro y, lo que es mejor, sin que tengas que salir de casa. Es decir, sin riesgo a que te rompan el culo. Pruébalo si te parece.

26 septiembre 2009

Desde la ciencia a dios: Nokia pone el puente


Con la excepción de Libia, en los países musulmanes concluía este sábado el ramadan -mes en que fueron reveladas las sagradas escrituras al profeta Mohammed- y se daba paso, al día siguiente, al aid-es-seghir o aid-el-fitr ('fiesta de ruptura del ayuno'). El ayuno (ramadan), como se sabe, es uno de los cinco pilares del islam, junto con los 5 rezos diarios (salah), la declaración de acatamiento a Allah como dios único y a Mahoma como su profeta (shahada), la práctica de la limosna (zakat) y la peregrinación a La Meca, al menos una vez en la vida, de aquel que puede permitírselo (Hajj).

La aparición de la luna en el cielo del pasado sábado marcó el fin al ramadan mubarak ('santo ayuno'), tiempo de purificación en especial para aquellos que no se comportan del todo como buenos musulmanes a lo largo del año. Luego, el canto del takbir (el soniquete allahu akbar) se prolongó, durante toda la noche, hasta el momento de ir a rezar a la mezquita a primera mañana. Allí, antes del rezo, quienes no lo habían hecho durante ramadán dejaron la limosna o zkat-el-fitr (2 kilos de comida sencilla -grano, fruta, dátiles...- o su equivalente en dinero), destinada a los más necesitados del lugar. Así empezó, y así empieza siempre, el aid-al-fitr, primer día del mes de shawwal. Un día en el que se reúnen las familias y se intercambian parabienes, se estrenan ropas, se envían tarjetas de felicitación, se hacen regalos y se dan caramelos a los niños. Un día para la limosna, absolutamente obligatoria en fecha tan señalada, a repartir entre alguna de las categorías humanas preestablecidas: huérfanos, pobres, mendigos, deudores, viajeros, esclavos... Un día, en fin, en el que se aparcan los malos rollos, los conflictos familiares y hasta las guerras, a la vez que se dice adiós a la abstinencia de comer y beber, de hacer guarradas y de proferir insultos desde la salida a la puesta del sol, y se da la bienvenida, ya sin restricciones horarias, a poder hacerlo.

En el cercano oriente, en ese limbo narcotizante y especular que tiene como efecto secundario la bondad, incluso la impostada, Mahmud Abbas sacó de la cárcel a 200 miembros de Hamas, el rey Abdulá a 17 ismailíes y el presidente de Mauritania a medio centenar. Desde el mundo occidental llovían sobre los musulmanes, como chuzos de punta, las felicitaciones: Obama, Hillary, Putin o el cardenal Tauran... manifestaron sus buenos deseos dentro del plazo. En el sudeste asiático las bolsas cerraron inmersas en un clima bursátil de buen rollo. Y España tampoco fue ajena a esa fuerza ambital de júbilo y celebración. En la recién estrenada mezquita de Lepe, otrora humilde carpintería, concedida graciosamente -¿cómo si no?- por su ayuntamiento, 1.000 musulmanes se dieron cita, excediendo en 400 el aforo. Incluso un pequeño número de "los que provocan la ira de Alá" acudió a tomar un té a este episímbolo bajoandaluz de las civilizaciones compatibles del que se congratula el presidente de los musulmanes onubenses por ser punto común para el encuentro de hombres, mujeres y niños. Las mujeres, eso sí, en un lugar aparte habilitado sólo para ellas.

Cabe en este punto preguntarse qué papel juegan la ciencia y el progreso en todo ello. Quien haya llegado hasta aquí habrá tomado conciencia de la enorme cantidad de fechas, consideraciones astronómicas, rezos, preceptos, magnitudes, leyes y códigos que debe tener presente el musulmán, especialmente en el mes del ayuno. Se puede así entender fácilmente el despiste de Libia u otras complicaciones similares o hacerse uno a la idea de la enorme dificultad que no supondrá todo ello para esos conversos recientes que suelen llamarse Aldelkáder García o Rachida Hernández. Pues bien, Nokia es la respuesta.

Ajena a la existencia de Richard Dawkins y poniendo su saber al servicio de la humanidad y no en su contra, la empresa finlandesa de telefonía ha multiplicado esfuerzos por tender un puente que acerque a dios al hombre, especialmente a aquel que vive acelerado y en clave tecnológica. Para ello, de cara a la redoblada demanda de dios que supone el ramadán, ha puesto a disposición de sus usuarios una serie de aplicaciones gratuitas, Ramadan applications 2009, albergadas en su sitio de descargas, Ovi Store.

Tales aplicaciones, que arrancaron con el Nokia N73 en 2007, incluyen:
- Una versión digital multilingüe del Corán que permite la memorización de fragmentos, rastrear palabras o escucharlo recitado.
- Un servicio de alertas que avisa de las diferentes oraciones del día y nos indica la dirección exacta hacia la qibla -hoy La Meca, originalmente Jerusalem-, a la vez que permite añadir, borrar, actualizar o editar cualquier localización si el aparato está equipado con brújula.
- Una versión del Hadith de fácil acceso y cómoda lectura.
- Una calculadora de limosnas que pone en relación los ingresos de un usuario de Nokia con la cantidad que le corresponde pagar, sea en oro, en plata o en diferentes monedas.
- Una completa base de datos de tarjetas de felicitación para el envío a familiares y amigos.
- Una guía multimedia de monumentos y lugares de interés para el que emprende la peregrinación, sea la pequeña (umrah) o la grande (hajj), así como una descripción de los rituales del hajj.
- Una colección diaria multilingüe de plegarias para ser oídas, estudiadas o reenviadas a los amigos y familia, así como un tasbih (rosario) digital para no perder la cuenta.

Y esto, en verdad, no es más que un minirresumen de las potencialidades de estas impresionantes aplicaciones. Casi anonado tras hurgar un poco en ellas, no me queda sino agradecer a Nokia el fruto de sus investigaciones y animarla a seguir en esa dirección. Quedo ansioso a la espera del día que la brújula nos marque el lugar exacto en que se encuentra dios. Ese día, lo prometo, me compraré uno de sus celulares.


 

03 marzo 2009

Bon Iver reflota el Deezer player con ayuda de Los Sencillos


El mundo, visto en una perspectiva P2P, se encuentra en estos momentos en un impasse complicado. El derecho al conocimiento libre está en la mirilla de un montón de pistoleros enemigos. Las últimas propuestas de Sarkozy y de su señora han prendido en el ánimo de otros pusilánimes o interesados gobernantes, y gigantes de la industria del ocio, sociedades de autores, proveedores de internet, juristas, políticos, asociaciones de internautas... andan en pie de guerra o expectantes por saber cómo acaba todo esto.
Pero no es de la cultura como derecho inalienable de lo que voy a hablar. Tiempo habrá. El caso es que Deezer, el poderoso servicio gratuito de streaming con sede en la Isla de Francia, no se ha escapado de la lucha feroz que hoy se libra en todo el mundo, y se ha visto obligado a modificar drásticamente sus servicios. Entre las muchas medidas que, para miseria del usuario, ha adoptado, están la imposibilidad de subir mp3 a su sitio y la supresión del código integrado que permitía importar su bonito reproductor (player) de mp3, quedando la especie bloguero común sin la posibilidad de poner banda sonora a sus boutades. Queda, sí, el reproductor de playlists personales, pero si lo usas para un solo tema musical resulta un antiestético mazacote.
No obstante, vayamos ya al asunto, acabo de descubrir un modo de obtener el player, así que, antes de que mis numerosísimos lectores me machaquen a preguntas cuando vean que yo SÍ tengo el deezerplayer en el blog, me dispongo a explicar cómo podemos obtenerlo. Tómese como la pequeña aportación que es a la defensa de la cultura libre.
Procedemos de la siguiente manera: copias el código html de un reproductor que tengas en un viejo post y lo pegas en la ventana html del post en curso. Por ejemplo, éste de un tema de Los Sencillos:A continuación, buscas el permalink que, de momento, sigue apareciendo bajo el player de cualquier canción que reproduzcas en Deezer. Elegimos al azar éste de una canción de Bon Iver:
http://www.deezer.com/track/1100886
Copia ahora el número y lo pegas en el código de arriba sustituyendo los dos números en rojo. Y si quieres eliminar el link publicitario que hay debajo del player, sólo tienes que borrar, siempre en la ventana de html, las líneas correspondientes (en verde). Et voilà.
[si cuando lees esto, nada funciona, es que hay mucho cabrito suelto]

05 enero 2009

Dejando el camino por tomar la vereda (Wordpress vs. Blogger)


Puedes vivir en la dualidad durante un tiempo. En cualquier orden de la vida. En solitario, buscas en la fisura la salida, te escondes, te emborrachas mientras escuchas la misma canción por enésima vez y reescribes escuetos epitafios cada noche hasta caer dormido. Un día, de forma inesperada, todo ello se hace trascendente, inexcusable, insoportable, y es que has pasado, sin notarlo, de la dualidad a la dicotomía. ¿Que no se me entiende? Pondré un ejemplo: la dualidad es tu culo de macho penetrado; ambos conceptos, aparentemente contradictorios, son posibles, compatibles, amigables, coetáneos, pero la dicotomía es otra cosa, exige una elección.
Los mundos dicotómicos han sido, creía, mi territorio. Incertidumbres existenciales o domésticas, zonas nebulosas, dualidades para los otros, no eran para mí sino certezas. En el elenco de principes notables (los principes Felipe, el principe gitano, el principe de Maquiavelo, el de las mareas, el de las orejas…) ahí estaba yo, el principe de las dicotomías (resueltas). Se dice, aunque no lo recuerdo, que una vez oí al vuelo que le decían a Compay que no dejara el camino por tomar la vereda y que no pude por menos que sonreír, del tiempo que hacía que yo había hecho mía esa aserción. Mi vida ha sido, pues, lo que cabe esperarse tras lo dicho: antes los Beatles que los Stones, los Blur que los Oasis, el pescado que la carne, el verano que el invierno, la nada que dios o la corrupta Rusia que Georgia corrompida y flagelada. Sin embargo, ahora no sé en dónde queda todo eso. De momento, me mudo de casa. Quien me quiera encontrar que me busque en http://fulastrong.blogspot.com/.
Sherpa impecable, como digo, cuando llegó la hora de elegir un blog, tomé, sin dudarlo, la ruta hasta Wordpress en lugar de esa comida para desdentados que, pensaba, era Blogger. Pero parece que no elegí demasiado bien. A pesar de la superioridad técnica de Wordpress (variedad de plantillas, snapshots, más completa barra de herramientas, alojamiento interno -de pago- de audio y vídeo, control estadístico invisible, etc. etc.), hechos elementales como incluir música y vídeo en el blog se han convertido en una verdadera obsesión. Frente a las posibilidades que brinda Blogger para hacerlo (simplicidad, versatilidad, vistosidad), en Wordpress sólo puedes subir audio de forma aceptable pagando anualmente, o bien buscándote la vida por la red para encontrar códigos integrados (embed) con extensión mp3 -no abundan- que luego has de incrustar en un shortcode. Así las cosas, sitios como Deezer, Goear, Wixi, Imeem, Musicwebtown, Sawgi y tantos otros, al no suministar códigos de ese tipo, no funcionan. Y, además, en uno u otro caso (pagando o rastreando en la red), lo que obtienes es un espartano y gris reproductor. En fin, que llevo meses viviendo una existencia dual malgastando el tiempo en lecturas y experimentos inútiles a fin de superar esa contrariedad, pero no ha habido modo. Fiel a Wordpress, pero no hasta la muerte, esta misma tarde he decidido soltar la pasta, y cuál no ha sido mi sorpresa cuando he visto que, para cambiar el aspecto de los posts (fuentes, colores, dimensiones, etc.), también hay que pagar una suma anual y que, pasado ese periodo, de no pagar de nuevo, se pierden todos los cambios que se hayan podido hacer.
Y muchas más cosas se podrían decir, pero ya estoy cansado. Se acabó. No sigo. Paso. Hay que luchar por la gratuidad hasta el final en este puto mundo digital con los días contados. Ésta sí es una razón. ¡Qué menos! Perderé los comentarios de la gente, no sé si conseguiré integrar decentemente cosas como Del.icio.us o editar páginas estáticas, echaré de menos muchas cosas -ya lo estoy haciendo-, me quedaré sin mis pocos lectores..., incluso ni tan siquiera sé si no volveré con el rabo entre las piernas, pero me da igual. Me mudo de casa. Quiero poder volver a ser yo mismo. Quien me quiera encontrar que me busque. En http://fulastrong.blogspot.com/.