07 junio 2013

Mi fracaso personal


Palomo cojo -versión auténtica-.
 Padre, te he fallado.

Siempre quise ser provinciano, buen cristiano y heterosexual. ¡Y ya ves! Viviendo en el extranjero, maricón perdido y no muy católico. Es ésta la esencia de mi fracaso personal, que hoy te confieso, mientras el gobierno de España, el tuyo, cuestiona que el resto de Europa sea el extranjero, le importe una mierda mi salud, y me restriegue, por mucho que los españoles sean los más tolerantes, mi condición sexual.

¡Como si en el castigo no fuera la penitencia!


P.S. Piensa, al menos, que no has tenido que verme morir -vivimos los dos-, no me he metido en una estación o en un instituto de secundaría a disparar indiscriminadamente a quienes no tienen culpa de nada, ni tienes que soportarme oyendo todo el día a los Pixies o a Nine Inch Nails encerrado en mi cuerto. Las cosas podrían ser peor.