Obsérvenlos. Él es Miguel Bosé, otrora efebo y hoy, más que cantante, un don Pantuflo bien hablado en su bata de cuadros. Ella, embutida en ese artefacto rosa sobre pantorras suficientes, es Ángeles González-Sinde: guionista, directora, hermana de productor, heredera de la Academia fundada por papá y hoy ministra de cultura y pareja de Ray Loriga, escritor, cineasta y ex-compañero de la carismática Christina Rosenvinge, quien primero lo dejó con Álex para estar con Ray y ahora destroza sin ruborizarse la carrera musical de Nacho Vegas, su pareja actual.
Ambos se encuentran en la entrega de Medallas de Oro al Mérito en las Bellas Artes 2008 en el Palacio de Festivales de Santander. Ella en calidad de Ministra y él como uno de los 25 premiados y como airado representante, no sé si autoproclamado, de todos ellos. Ángeles lo mira y se siente segura, como con alas, al tiempo que Miguel, que parece a punto de eructar, escruta, satisfecho, el horizonte. La ministra, henchida de vaya usted a saber qué, a punto está de que se le escape algún flujo dentro de su vestidito de Ágatha Ruiz de la Prada, otra de las premiadas.
En cualquier caso, no acierto a interpretar en su gesto si piensa dar un discurso o acaba de darlo, pero cuando lo hace, el hijo de la promotora del Museo de los Ángeles pide apoyo para el arte y los artistas: cariño, mimitos, dinero, mecenazgo. En su discurso, Miguel compara al artista con el lince ibérico, al borde mismo de la extinción, y Juan Carlos rey, emocionado o práctico, suelta: "Conozco la intensidad del trabajo y del esfuerzo que anima vuestras trayectorias. Vuestro afán de superación y perfección genera admiración y es un estímulo para todos". Luego, echando mano del poeta del régimen, Antonio Gamoneda, añade: "la belleza no es un lugar para cobardes".
No sé a quiénes llama exactamente cobardes, pero ¡¿cómo osa, Alteza Serenísima, llamar artista a Bosé?! ¿Es capaz de encontrar peor cantante? ¿Acaso ha pagado, Majestad, para ver los bodrios que ha filmado la Sinde? ¿Ha sufrido su Ilustrísima el par de peñazos que perpetró su chico, Ray Loriga? ¿Cómo se otorga un premio de Bellas Artes a Francisco Rivera Ordóñez, poniendo en pie de igualdad la carnicería del toreo -otro negocio- con la música o la pintura?
En fin, ministra, si la cultura es tan necesaria para la sociedad como usted proclama a los cuatro vientos, ¿para cuándo será totalmente gratuita a fin de que cualquier estamento social acceda a ella en igualdad de condiciones? Piense en los parados, a ver si entra en razón. Esa cultura del amiguismo y la subvención, del enriquecimiento y la desigualdad que usted capitanea y preconiza es una puta mierda.
Cínicos, mentirosos y chupones. Eso es lo que son ustedes. Y catetos. Perdone la sinceridad.
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