
Hoy, cuando te internas, a codazos, abriéndote paso entre las oleadas de turistas, en el ultraliberal centro histórico de esta hermosa ciudad afeada por el afán de querer quitarte todo tu dinero (una caja con 5 tiritas, 6 €), debes saber que la has cagado, hermano, porque ahora ya sólo eres un zombi más, dispuesto a poner una cruz en un absurdo mapa de escapadas, bombardear a los amigos con estúpidas fotos y escribir en un diario deprimente "excursión a Brujas".
Y aunque es más que obvio que no todo el mundo va a compartir este punto de vista y dejar, por ello, de ir a este antiguo burgo surcado de canales de aguas sucias a 12 kilómetros del Mar del Norte, mejor será que me creas cuando te digo que ¡no vayas al Grand Café Belfort!, un restaurante con mucha tontería y doble entrada en pleno centro histórico (calles Markt 25 y Eiermarkt 16), cuyo burdo y rapiñero objetivo parece exclusivamente enfocado a la succión de haberes ajenos; más concretamente, los del ingenuo turista de masas estándar (puentes, semanasantas, lunasdemiel y demás).

Sabedores del carácter fungible del turista contemporáneo, muchos negociantes por estos pagos no están por labrarse una clientela fiel, lo que resulta ontológicamente imposible, sino por vaciarte la cartera cuanto puedan. Así que no vayáis nunca a estos sitios sin comprobar primero los precios, pero jamás jamás de los jamases, bajo ningún concepto, a Le Grand Café Belfort de Brujas. Que les den por culo a estos ladrones.
Recordad: LE GRAND CAFÉ BELFORT
No hay comentarios:
Publicar un comentario